Reducciones Jesuíticas de Misiones: La imaginación como protagonista

Miles de veces vimos en fotos, videos, en la tele, en publicidades, en la escuela, etc; las famosas Reducciones de San Ignacio. Vestigios de un antiguo pueblo que aún perduran en medio de la actual ciudad Misionera. En la escuela las conocimos como “Ruinas”, pero hoy en día el término correcto es Reducciones. 

Mientras estábamos en Posadas ya casi planeando dejar la provincia para conocer Corrientes, dijimos «Che, ¿porque no volvemos por la ruta 12 y conocemos las ruinas que nos quedaron pendientes?». 

En este equipo solo hace falta que uno de los dos proponga un nuevo destino para ir hacia él. 

Tomamos la ruta 12 desde la ciudad de Posadas con destino hacia San Ignacio. Son sólo 64 kilómetros ¿Cómo no íbamos a volver?

Como en muchas provincias de Argentina, el horario de la siesta es bastante sagrado. La ciudad se aquieta, los sonidos disminuyen y solo se escuchan los ladridos de los perros. Bajo ese panorama llegamos a San Ignacio y reafirmamos nuestra hipótesis de que cuanto más tranquilo es un lugar, más nos enamora. 

Al ingresar a las Reducciones nos encontramos con un museo en donde se puede encontrar mucha información sobre la historia de los Jesuitas y los Guaraníes. 

Allí nos interiorizamos acerca de los 30 pueblos. Fueron 30 las reducciones de guaraníes que conformaron la Provincia Jesuítica de Misiones: 15 pueblos en la Argentina fueron fundados por los sacerdotes de la Compañía de Jesús (11 en Misiones y 4 en Corrientes), y del resto 7 se levantaron en Brasil y 8 en Paraguay. 

De estas 30 reducciones, 7 han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad, de las cuales 4 se encuentran en Argentina: San Ignacio Miní, Nuestra Señora de Loreto, Santa Ana y Santa María La Mayor. 

La Reducción San Ignacio Miní

Resulta que en el año 1610 los sacerdotes José Cataldino y Simón Mascetas fundaron en el actual territorio de Brasil, la Reducción de San Ignacio Miní con el objetivo de evangelizar a los nativos. Pero tras varios ataques de los bandeirantes (cazadores portugueses de esclavos), fueron emigrando y en 1696 se establecieron definitivamente en Misiones, en donde hoy descansan sus vestigios.

Lo primero que se ve al ingresar en esta reducción y lo más imponente, es la fachada del templo. Luego también se pueden observar los espacios de las plazas, viviendas, la residencia de los Padres Jesuitas, los talleres y el cementerio. 

Definitivamente este tipo de visitas, son ideales para realizarlas con guías locales. Nosotros lo hicimos con la guía Vane con la cual se pueden recorrer los distintos espacios de las reducciones, al mismo tiempo que va relatando parte de la historia de los jesuitas y los guaraníes.

Esta reducción es ideal para observar  la arquitectura, el urbanismo y el arte barroco-americano. 

En San Ignacio Miní también hay por las noches un espectáculo de luz y sonido. Nosotros esta experiencia no la vivimos, porque cuando nos enteramos ya nos habíamos ido del pueblo, pero nos contaron que se recrean espíritus, escenas y recuerdos de esa época. 

Es un espectáculo en el que entra en acción tecnología de última generación, efectos multimedia, imágenes proyectadas en bruma y un super despliegue artístico. 

Dicen que siempre hay que dejar algo sin recorrer de los lugares, para después volver y hacerlo. En nuestro caso, sin lugar a dudas, cuando tengamos la oportunidad de volver, iremos a vivir esta experiencia.

La Reducción Nuestra Señora de Loreto

Apenas salimos de visitar San Ignacio Miní, nos pusimos a buscar un lugar para dormir por la zona. Automáticamente vimos que en la aplicación que usamos para buscar lugares, había un punto marcado a 13 km, que decía “Misión Jesuítica Nuestra Señora de Loreto” y muy buenas referencias de otros viajeros que ya habían pasado por allí. 

No se diga más, hacia allí fuimos.

Estas reducciones son totalmente diferentes. En este caso se ingresa por el sector de las huertas, a diferencia de San Ignacio en donde lo primero que se observa es el templo. 

Lo que se puede ver a simple vista es que el porcentaje de reconstrucción es muchísimo menor. Marcelo, uno de los guías que se encuentra en la entrada de la Reducción de Loreto, nos contó que mientras que las de San Ignacio están reconstruidas en un 80%, las de Loreto lo están en un 3%. 

Luego de recorrer un pequeño museo con una maqueta y algunas piezas encontradas reconstruidas, iniciamos la caminata por los diferentes senderos. 

“Van a tener que usar mucho la imaginación”, nos dijo Marcelo en el museo. Y así fue. 

Un poco de su historia

La Misión Nuestra Señora de Loreto fue fundada en el 1610 en la región del Guayrá (Brasil), pero a raíz de los ataques de los bandeirantes, quienes cazaban guaraníes para ser vendidos como esclavos, se fueron trasladando por el Río Paraná hacia otros territorios. 

Luego de varios asentamientos provisorios, se unió a esta Misión el sacerdote Antonio Ruiz de Montoya, quien se convirtió en el Padre Fundador. Y finalmente en el año 1685, se establecieron en el lugar en donde hoy las encontramos. 

Esta reducción superó los 6.000 habitantes en 1733, que fueron evangelizados solo por 2 o 3 jesuitas. Loreto se caracterizó por su trabajo en lienzos, ganadería, cultivo de yerba mate y cerámica. También se destacaron por crear una imprenta en la cual se editaron varias obras, además de contar con una importante biblioteca.  

Recorriendo la reducción se pueden observar los vestigios del templo, la residencia, los talleres y del sector de viviendas.

También nos encontramos con el espacio de Cotiguazú, que era en donde residían abuelas, huérfanos, enfermos, viudas, que recibían una mejor atención las 24 hs del día. 

Una de las cosas más mágicas de este lugar, es que se puede observar parte de las construcciones y de la naturaleza: árboles, arbustos, enredaderas que salen de entre medio de los ladrillos. Todo en el mismo lugar. Salvando todas las distancias posibles, para nosotros fue como estar en un Jumanji. 

Carlos, Marcelo y Silvio fueron las 3 personas que nos contaron todo sobre lo de las reducciones y fueron super claros con la información, además de que nos aclararon un montón de dudas. 

También nos permitieron dormir en la entrada de la Reducción, lo cual fue para nosotros una experiencia única. 

Dormir en una Reducción Jesuítica

Posiblemente uno de los lugares más extraños en los que hemos dormido. Extraño porque no es común en nuestra realidad dormir en un lugar así. 

Imaginensé esto: a nuestros costados un paisaje selvático, el silencio de la noche, el sonido de los animales y nosotros con nuestro motorhome. 

Horas antes de irnos a dormir habíamos visto los vestigios de los templos, del cementerio y del cotiguazú; escuchado la historia de los Guaraníes y de los Jesuitas; imaginado cómo sería la vida, la convivencia y la construcción social. Con todo eso en nuestra cabeza, nos fuimos a descansar. 

Pasamos una noche de muchísimo frío, pero con el silencio del pueblo pudimos descansar súper bien. 

Al amanecer, el sol radiante nos invitó nuevamente a sumergirnos en las reducciones, ahora iluminadas de otra manera. 

Horarios y precios

San Ignacio Miní, Santa Ana, Loreto y Santa María La Mayor se encuentran abiertas todos los días de 7:30 a 18:00hs. El ticket que se compra en boletería tiene una validez de 15 días para ingresar a las 4 reducciones. Es decir, pagando una sola entrada se puede acceder a las 4 Misiones. 

Precio de las entradas (Julio 2024)

  • Residentes Argentino $3.300.
  • Residentes de la provincia de Misiones $1.000.
  • Extranjeros $10.000.

Hola! Somos Mili y Ronca

Somos creadores de contenido itinerante, compartiendo vivencias globales desde nuestro motorhome. Colaboramos con marcas en Instagram para llevar experiencias únicas a tu vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

ARS Peso argentino